En la Ex Hacienda de Coahuixtla, Cuautla Morelos. Una de las más prosperas de la región trabajaba una hermosa mujer; su belleza era tal que muchos hombres la pretendían, y ella siempre se negaba. Un día después de bañarse en el rio, se topó con un extraño forajido, montado en un enorme caballo negro. Que ofreció llevarla a casa, la joven rechazó sus primeras propuestas, pero al final terminó por aceptar.
Creyendo que todo había llegado hasta ahí, la muchacha se sorprendió al verlo con frecuencia, a final de cuentas, como todos los demás trataba de enamorarla. Pero a diferencia de los otros, él lo logró. La mujer quedó embarazada, y del sujeto ya no se supo más. El bebé nació a los 6 meses, pero era algo extraño, distinto a los demás, muy despierto y hábil. Cuando el niño cumplió 6 meses la madrina de la muchacha se dirigía hacia la iglesia para bautizarlo, pero cuando cruzaban el rio el bebé le dijo:
- Mira madrina ya puedo hablar, ya tengo dientes, y te voy a matar-, dicho esto, el bebé la mató y salto al rió, quedó incrustado en una piedra y después desapareció.
Se rumora que aquella criatura era hijo del Diablo y que desde entonces se aparece en la hacienda, asustando y haciendo maldades a los trabajadores. Se le atribuyen también algunas muertes, y se le puede ver en las ruinas y los túneles de la ex hacienda jugando con los huesos de las personas que ahí han muerto.
Cuentan también que por los caminos rurales, se escucha el llanto de un bebé. Al seguirlo conduce hasta un recién nacido, aparentemente abandonado. Quienes lo han recogido para llevarlo ante la policía o al hospital más cercano. Después de cargarlo un rato, sienten un repentino dolor en su brazo. Al voltear, ven con horror que el bebé, lo muerde con sus muchas hileras de dientes, y con voz ronca lanza todo tipo de insultos y amenazas.
Entonces los asustados incautos, arrojan lejos aquel terrible regalo
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